Ser más competitivo – Si lo que hacemos lo hacemos de manera más efectiva y eficiente tendremos espacio para poder competir con otras empresas que tienen productos similares pero con procesos inmaduros. Dado que conocemos nuestro producto y nuestros procesos son maduros, podremos rápidamente cambiar las características del producto para poder adaptarnos a las nuevas condiciones.
Poder sobrevivir – Si tenemos un buen producto, lo será hasta que llegue la competencia, y más, si no estamos preparados para reaccionar a tiempo. Un programa de calidad nos permite trabajar de la mejor manera con menos desperdicio, costos menores, más eficiencia, más productividad, gente capacitada.
Entrar en el mercado internacional – Tal vez no es nuestro sueño como empresa, pero como resultado de la globalización, tenemos que estar preparados para competir en otros mercados o bien para hacer frente a los nuevos competidores que se establezcan en nuestra región.
Tener un mejor equilibrio costo-efectividad – No siempre podremos competir con precio, así que es mejor tener un programa de calidad que nos ayude a reducir costos y a ser más eficientes, a utilizar mejor nuestros recursos.
Retener clientes – Al entregar productos que cumplen con las características que vendemos, que satisfagan las necesidades para lo cual fueron creados, tendremos a mas clientes regresando por más productos y no mas clientes devolviendo el producto
De manera interna generamos un mejor ambiente de trabajo al estar más organizados y mejor comunicados, en donde cada quien sabe cual es su participación dentro del proceso para entregar un producto o servicio al cliente.