En un intento por mejorar la forma de hacer software, o de mitigar los viejos problemas asociados a esta actividad, las organizaciones y proyectos han implementado SCRUM como su forma de trabajo, pero al igual que otras metodologías, modelos o marcos de trabajo no siempre ha resultado como se esperaba.
Las situaciones que se dan igual varían, pero podemos resumir algunas en la falta de conocimiento, micro managment, presiones externas, viejas prácticas, política, entre otras, así como hacer todo bajo SCRUM cuando no necesariamente es lo más conveniente. Incluso estar haciendo un proyecto con SCRUM en una organización que no es ágil.
Así tenemos que entre los que están haciendo SCRUM, y los que dicen que están haciendo SCRUM, existe la necesidad de identificar que tan bien lo estamos haciendo, o como lo estamos haciendo, para poder obtener lo mejor de este marco de trabajo. Para ello podemos realizar una evaluación formal con SCRUM Level y conocer el grado de agilidad de nuestros proyectos, de nuestra organización, y de las personas involucradas en estos proyectos. A través de los resultados podremos tomar acciones para lograr mejores resultados.
SCRUM Level evalúa la agilidad en dos dimensiones:
Flexibilidad: evalúa la parte técnica determinada por las técnicas y prácticas de trabajo
Agilidad: Dimensión organizativa que ve por los rasgos de personalidad de la organización.
De esta forma podemos ver como los equipos de trabajo se organizan y como la organización soporta a estos equipos de trabajo. Con ello podemos identificar situaciones en las que el equipo conoce las prácticas, pero la organización no apoya al equipo como, por ejemplo, que cuente con un dueño de producto disponible y participativo. El balance entre las 2 dimensiones no sería el adecuando por lo que habría que hacer ajustes para obtener mejores resultados.